La Unidad Piquetera cortó los accesos a la Ciudad de Buenos Aires y realizó en simultáneo protestas en el interior del país, para reclamar contra las suspensiones de beneficiarios del plan Potenciar Trabajo. Se trata de 154 mil titulares del programa que el Ministerio de Desarrollo Social suspendió por no haberse reempadronado a través una aplicación, un mecanismo que las organizaciones sociales de la izquierda impugnan. “El Gobierno hizo una auditoría virtual a sabiendas de que muchxs compañerxs están muy lejos de tener internet y en algunos pueblos no hay ni luz. Lo hizo con toda la intención de que miles quedaran afuera y así ahorrarse recursos que ascienden a 60 mil millones de pesos anuales», dijeron durante la jornada, convocada con el slogan “El FMI ordena, Tolosa (Paz) condena”. Desde la cartera plantearon que la mayoría de las suspensiones fueron realizadas correctamente y que, si hay errores, serán corregidos.

La campaña electoral elevó la temperatura del conflicto: mientras Eduardo Belliboni, titular del Polo Obrero, denunciaba a la ministra de Desarrollo Social, los libertarios empapelaron el centro porteño con afiches contra los piquetes. “Déjennos trabajar sin cortes” y “Este año se les termina la joda”, advirtieron en ellos. El legislador de Libertad Avanza Ramiro Marra trató de dejar al jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, como un blando: “Los piqueteros rompen el orden de la Ciudad. Tienen que ir presos”, declaró.

La titular del PRO, Patricia Bullrich, apuntó que el país está “tomado los 365 días del año”.