Propuesta de la CTA para la reactivación económica

A pesar de las presiones del poder fáctico, de las campañas antivacunas, de los intentos por boicotear las medidas de cuidado y de una oposición política irresponsable que permanentemente intentó sabotear los esfuerzos para aminorar el daño de la pandemia, el gobierno nacional y el de la provincia más grande del país lograron evitar que el sistema de salud colapsara ante un crecimiento exponencial de los contagios. Hoy, pese a los ataques cotidianos de los medios en manos de la derecha y de personajes de la política que actúan como lobbystas de los grupos de poder norteamericanos ya tenemos en nuestro país más de 20 millones de vacunas.

Sin embargo, el plan de vacunación y el cuidado de la salud, con la importancia que tienen para nuestro pueblo, no resuelven el otro grave problema. Nos referimos a la caída del poder adquisitivo. Al final del primer semestre lxs trabajadorxs enfrentamos un descenso de salario real de casi 8 puntos del poder adquisitivo en el sector privado y de 8.5 por ciento en el sector público. Esto nos coloca en una pérdida del valor adquisitivo de 28 puntos si contabilizamos el arrastre de lo que perdimos durante cuatro años de gobierno macrista.

En los hogares de la Argentina el costo de los alimentos en permanente ascenso es un factor que licuó los aumentos de los salarios que se lograron en los primeros tramos de las paritarias de este año. Los formadores de precios terminaron apropiándose de las recomposiciones salariales que obtuvimos. Esto a la vez impidió el efecto reactivador de la demanda necesario “para encender la economía”. Esto ha impedido que pudiera recuperarse el consumo interno y la producción para revertir el derrotero de destrucción del empleo del gobierno de la Alianza Cambiemos.

Ante esta realidad, proponemos una serie de medidas para inyectar recursos que generen una tonificación de la actividad económica y una recuperación sobre la base de privilegiar fundamentalmente a las pequeñas empresas y el cooperativismo como factores de la reactivación.

Recomposición salarial de emergencia:

Creemos necesario que el gobierno nacional disponga un aumento general de salarios a cuenta de las paritarias. Proponemos valores que oscilen entre los $5000 y 7.500 pesos en una o dos cuotas.

Plan de Empleo:

Entendemos que es el momento de utilizar todos los recursos disponibles para una reactivación profunda, sostenida y vertical de la inversión en emprendimientos de obra pública a través de la construcción de viviendas, tendido de redes cloacales y reforestación para mejorar las condiciones del medio ambiente, entre otras que requieran utilización de mano de obra intensiva con eje en las Pymes y cooperativas.

SMVM:

Redefinir los tiempos acordados en el Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil para que el 35% de aumento pautado se pueda completar antes del mes de septiembre. A posteriori de eso, aplicar la cláusula de revisión para superar la inflación tal como ha sido el compromiso del gobierno. Los planes de empleo e instrumentos de ayuda social deberán recomponerse proporcionalmente a los ingresos de los sectores asalariados.

Jubiladxs y pensionadxs:

Deberán ser beneficiados con un incremento de emergencia de forma proporcional al de los trabajadores activos.

Formación Profesional:

Planteamos la necesidad de ampliar la oferta de formación profesional para que pueda llegar a más jóvenes que estén dentro o fuera del sistema educativo formal. Se puede hacer a través de la capacidad que tienen las organizaciones sindicales en lo que se denomina la formación bajo el concepto del “saber hacer”.

Control de Precios:

Estas medidas tienen que estar acompañadas de la adopción de políticas públicas que permitan combatir las prácticas abusivas de los formadores de precios. Se debe terminar la permanente erosión de los salarios por parte de sectores monopólicos que pretenden que los argentinos compremos alimentos a valor dólar cobrando nuestros salarios en pesos. Es inadmisible que las grandes corporaciones pretendan retacear la información que el Estado les reclama para poder detectar distorsiones en la cadena de valor. En el mismo sentido entendemos que el cuadro tarifario, energético y de servicios tiene que ser congelado hasta tanto existan instrumentos de segmentación que hagan posible definir escalas de aumento que sean equitativos.

Fuente: http://www.cta.org.ar

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