Massa aspira a que la inflación vuelva a un dígito en septiembre

El ministro de Economía y candidato busca llegar a las elecciones con menor presión sobre los precios. El dato se conocerá diez días antes de las elecciones presidenciales. El índice de agosto, según las consultoras, será superior al 11 por ciento

El ministro de Economía y candidato a presidente de Argentina, Sergio Massa, en una fotografía de archivo. EFE/Juan Ignacio Roncoroni
El ministro de Economía y candidato a presidente de Argentina, Sergio Massa, en una fotografía de archivo. EFE/Juan Ignacio Roncoroni

A fuerza de congelamientos, incluyendo el del tipo de cambio oficial, Sergio Massa se juega a frenar la escalada inflacionaria en septiembre y que el índice vuelva a un dígito. El objetivo es cortoplacista y apunta a llegar a las elecciones con un número algo más digerible, teniendo en cuenta que el INDEC anunciará el dato el jueves 12 de septiembre, solo diez días antes de las elecciones presidenciales.

Las consultoras económicas calcularon un índice de inflación en agosto arriba del 11%, con fuerte salto en los precios de los alimentos. El instituto de estadísticas cordobés midió un salto de 12,15% y en los próximos días también se conocerá el dato de la ciudad de Buenos Aires.

Para Massa es fundamental ahora lograr un alivio en el dato inflacionario de septiembre y a eso apuntan casi todas las medidas anunciadas en las últimas jornadas. Según ya negoció el ministerio de Economía, los combustibles permanecerán congelados al menos hasta fin de octubre, las prepagas tampoco aumentarán en los próximos noventa días y se llegó a un compromiso con los laboratorios para que no suban los medicamentos. Además, en las últimas horas se avanzó con las automotrices en un listado de autos cero kilómetro para que no sufran incrementos este mes.

A eso se agrega la decisión de postergar la suba de colectivos y trenes en la zona metropolitana, que venían indexando sus valores de acuerdo a la evolución de la inflación mensual. Tampoco subirán las tarifas de luz y de gas, al menos en septiembre.

A esto se agregó el “congelamiento” del dólar oficial, tras un salto de 27% en agosto, quedando en $ 350. Aún con las actuales restricciones a las importaciones, la idea es que es este tipo de cambio también actúe como un ancla para que no se sigan disparando los precios, siempre en el cortísimo plazo.

La mayor estabilidad de los dólares financieros también debería ayudar para el objetivo de frenar las fuertes remarcaciones del mes pasado. El dólar libre ayer incluso cayó medio escalón, hasta los $ 725. El “contado con liquidación” cayó más de 2% hasta $ 762. La expectativa es que haya mayor liquidación de divisas en las próximas semanas a partir de la implementación del nuevo dólar soja hasta fin de mes.

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