El adolescente de 17 años que fue herido de dos balazos en la cabeza por uno de los policías de la Ciudad que lo interceptaron cuando se trasladaba con tres amigos en un auto por el barrio porteño de Barracas fue derivado en gravísimo estado a un hospital de mayor complejidad, en tanto su madre denunció este jueves que fue víctima de un caso de «gatillo fácil», que los efectivos «tiraron a matarlo» y que le «plantaron» un arma de fuego para simular un enfrentamiento.
«Es un caso de ´gatillo fácil´ porque no pueden sacar un arma y dispararle a unos pibes. Tiraron a matármelo. Esa gente (por los policías) no está capacitada para andar con un arma», dijo Cintia en diálogo con Télam y, entre lágrimas, manifestó que su hijo tiene dos disparos en la cabeza por lo que «sigue en estado crítico».
En diálogo con Télam, la letrada Lorena Blanco dijo que ahora no hay ningún detenido en el marco de la causa, ni policía ni civil, que el expediente está por el momento caratulado como «averiguación de ilícito” y que los tres adolescentes serán llamados a declarar en las próximas horas, mientras que el joven baleado “tiene muerte cerebral”.
«No hay esperanza, no tiene signos vitales, está muy mal, hay que esperar, está en manos de Dios», manifestó desconsolada la madre del adolescente, un futbolista de las inferiores del club Barracas Central, cuya identidad no se suministra por tratarse de un menor de edad.
Cintia confirmó a esta agencia que esta madrugada, cerca de las 2, su hijo fue trasladado desde el Hospital Penna, de Parque Patricios, al Hospital El Cruce, ubicado en la avenida Calchaquí 5401, de la localidad bonaerense de Florencio Varela, ya que es de mayor complejidad.