Cientos de vecinos homenajearon a Diego Maradona en los barrios donde vivió

Cientos de vecinos y vecinas de la localidad bonaerense de Villa Fiorito y del barrio porteño de Villa Devoto, en los que vivió Diego Armando Maradona, se congregaron con banderas, velas y cánticos para homenajearlo tras conocerse la noticia de su fallecimiento.

«Olele olala, el que no quiere al Diego no quiere a su mamá», cantaron unas 300 personas en la puerta de la casa ubicada en Azamor 523 de Villa Fiorito, partido de Lomas de Zamora, donde nació el astro futbolístico.

Entre los vecinos podían observarse desde niños que nunca lo vieron jugar al fútbol más que por videos de YouTube o por televisión, a gente mayor que dijo haberlo conocido personalmente, como «Pacho» Torres, quien contó a Télam que con el astro del fútbol mundial jugó «a la pelota cuando tenían ocho, nueve, diez años».

«Verlo jugar era disfrutar, era un pibe más, él se crío acá y yo a una cuadra. Ahora estoy encargado de la cancha de Estrella Roja», recordó.

Decenas de personas de todas las edades, con mayoría de camisetas de Boca Juniors pero también de Racing Club, San Lorenzo, Los Andes y del interior del país, aplaudían y corearon el tradicional «Diegoooo, Diegoooo».

Además, tres banderas del «xeneize» y otra de Argentina que cruzaba la calle le dieron colorido al barrio que vio nacer al Campeón del Mundo con el seleccionado argentino en México 1986.

«Yo lo conocí a Diego, era muy bueno con toda la gente, era muy compañero y muy humilde, yo no soy de Boca pero soy fanática de él», expresó Dori, otra vecina de Villa Fiorito.

La mujer, que estaba con su nieto, aseguró que Maradona era «humilde como nosotros» y él tuvo «la oportunidad de salir adelante».

Durante la tarde, integrantes del Centro Cultural Néstor Kirchner pintaban un mural con su cara y la camiseta de Argentina en el frente de la casa donde vivió y donde ahora vive una familia.

Los elementos para realizarlo fueron obtenidos a través de unas camisetas que había donado «El Diez».

«Queremos homenajearlo porque Diego llevó a Fiorito al mundo, Diego es unión, es amor, es esperanza, es el Diego de todos por eso lo lloramos», dijo Walter.

El hombre aseguró que su muerte lo sienten como la de un «hermano» y que al enterarse del deceso por los medios «no lo podía creer».

«No hay argentino que no recuerde un momento lindo con Diego. El barrio está triste pero a la vez está alegre, espero que en este lugar se haga un museo para el mundo», indicó Martín.

En tanto, en el mítico cruce de Segurola y Habana, en el barrio porteño de Villa Devoto, unos cien vecinos, en su mayoría jóvenes, se acercaron con camisetas de distintos clubes para recordarlo.

Una bandera de «La Barra de Devoto» del club Lamadrid le daba un poco de colorido a la esquina donde vivió Diego y en la que continuaban acercándose más personas.

Remeras del Nápoli, la selección argentina y de diversos clubes de Primera División se vieron entre el grupo de personas que también colocaron velas, flores, rosarios y dibujos en la puerta del edificio.

«Gracias por todo Diego, parte de nuestra infancia se va con vos, volá alto barrilete cósmico, nos vemos pronto», fue uno de los mensajes que dejaron en el altar armado por los vecinos y vecinas.

Daniela y Diego se acercaron a recordar a Maradona mientras de fondo sonaba el Himno Nacional para «contribuir con una vela y respetando el santuario que se armó».

«Fue lo más grande que hay, no se va a repetir nunca en la vida y no se va a poder superar, es un sentimiento sin haberlo conocido, como un pariente más», dijo el hombre.

Daniela, con lágrimas en los ojos, también recordó que su «papá lo vio debutar en la cancha del Bicho», en el debut en la Bombonera y que hoy lo escuchó «angustiarse».

«Se angustia gente más grande o los chicos que nacieron después que Diego se había retirado, pero es el fútbol y no hay nadie que genere lo que genere él», expresó.

Por su parte, Alejandro se acercó a esa esquina porque se trata de «un hito histórico» y adelantó que mañana también irá a la Casa Rosada.

«Al Diego no lo vi jugar, no lo puedo defender como jugador ni como persona, me parece más que nada en lo que genera en la gente y en lo que va a quedar», destacó Alejandro.

Mientras tanto Gabriela dijo que «se fue el mejor jugador del mundo, el más grande y el número uno», por lo que sintió la necesidad de acercarse para «darle algo de lo que dio».

Decenas de vecinos también se acercaron a la cancha de Argentinos Juniors, en el barrio porteño de La Paternal, club en el que Maradona debutó en primera división.

Velas encendidas frente a un mural, banderas con los colores de Argentinos Juniors o de Argentina, y carteles con el rostro de Maradona se veían pegados en las paredes de ingreso a la cancha, sobre la avenida Boyacá, que quedó totalmente cortada al tránsito.

Allí, algunos vecinos cantaban por Maradora, otros recordaban que «el que no salta es un inglés» y muchos lloraban mientras recordaban sus hazañas.

FUENTE: TELAM

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