El periodista Nelson Matus fue asesinado a balazos en el puerto turístico de Acapulco y se convirtió en el segundo profesional de la prensa mexicana asesinado en una semana. Matus, fundador y director del portal de noticias «Lo Real de Guerrero», que informa sobre la violencia que se vive en esa región de México, fue baleado el sábado cuando se disponía a subir a su auto en el estacionamiento de un comercio ubicado en la colonia Emiliano Zapata, en Acapulco, indicó la fiscalía en un comunicado.

De acuerdo con el diario El Heraldocuando el periodista estaba llegando a su auto arribaron sujetos armados que empezaron a dispararle a quemarropa. Las balas impactaron en la cabeza y otras partes del cuerpo, que quedó tirado al lado del vehículo. Los atacantes huyeron luego de cometer el crimen. La fiscalía inició una investigación por «el delito de homicidio calificado con arma de fuego».

Matus tenía 15 años de experiencia como periodista y se especializaba en la cobertura de hechos violentos, indicó Balbina Flores, delegada en México de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF). La nota más reciente de Lo Real de Guerrero se publicó el sábado mismo y trataba sobre el hallazgo de «restos humanos en bolsas negras a un costado del hotel la Palapa», en Acapulco.

En agosto de 2017 Matus fue atacado sobre el bulevar Vicente Guerrero, también en Acapulco, pero resultó ileso. Ese mismo año, en marzo, fue asesinada la mamá de la administradora del portal, Reina Balbuena, en un ataque armado.

La Federación de Periodistas de Acapulco y la Asociación de Reporteros de Información Policial en Guerrero condenaron el asesinato y exigieron investigar y castigar el hecho. «A las autoridades de los tres órdenes de gobierno pedimos las garantías necesarias para llevar a cabo nuestra labor informativa» expresaron.

Segunda muerte en una semana

Matus es el segundo periodista en actividad asesinado en una semana en México, considerado uno de los países más peligrosos en el mundo para los comunicadores. 
El ocho de julio el cuerpo de Luis Martín Sánchez, corresponsal del diario La Jornada en Nayarit, estado del noroeste mexicano, fue encontrado con signos de violencia luego de ser reportado como desaparecido.

La Fiscalía General de Justicia de Nayarit informó que el crimen de Sánchez, así como las desapariciones la semana pasada de los periodistas Jonathan Lora Ramírez y Osiris Maldonado de la Paz, están relacionadas con su trabajo. Lora Ramírez y Maldonado de la Paz fueron hallados con vida días después de su desaparición.

Vestidos de negro y al grito de «¡Justicia!», decenas de periodistas protestaron el lunes pasado en Ciudad de México por el asesinato de Sánchez. La Oficina en México del Alto Comisionado las Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó el homicidio y dijo que el crimen debe ser investigado de manera «pronta, exhaustiva, independiente y eficaz». En la misma línea la Sociedad Interamericana de Prensa instó a las autoridades «a no bajar la guardia e investigar de manera expedita y profunda el asesinato y los secuestros».

Los ataques a periodistas se multiplicaron en Acapulco en las últimas semanas. Hombres armados atacaron a balazos al administrador de dos páginas de noticias de Facebook, Alan Castro Abarca, la madrugada del lunes pasado en la colonia Morelos. Uno de los balazos impactó en el brazo y otro en la cabeza de Abarca. Además el 16 de junio fue atacado a tiros José Carlos González Herrera, administrador de la página de Facebook «El Guerrero, opinión ciudadana».

De acuerdo con RSF, desde el año 2000 fueron asesinados más de 150 periodistas en México. Según el gobierno, solo en 2022 se registraron 13 homicidios de reporteros y las autoridades investigan si esos hechos estuvieron relacionados con el oficio de las víctimas. La mayoría de crímenes de comunicadores sigue en la impunidad. La organización Artículo 19 marcó el 2022 como el año más mortífero, con Veracruz, Guerrero y Oaxaca como los estados en los que más periodistas fueron ultimados.

Situación delicada en Guerrero

El crimen de Matus estremece de nuevo a Guerrero, uno de los estados más azotados por la violencia derivada del narcotráfico debido a que tiene costas en el Pacífico, una de las rutas para el transporte de drogas. El lunes pasado, en su capital Chilpancingo, fueron retenidos 13 agentes de seguridad mexicanos por manifestantespresuntamente infiltrados por un grupo criminal, y fueron liberados al día siguiente tras negociaciones con el gobierno.

Los manifestantes sitiaron esa capital de 3,5 millones de habitantes para exigir la excarcelación de dos hombres detenidos la semana previa y que según el gobierno pertenecen a la banda narcotraficante de Los Ardillos. «Guerrero atraviesa una situación muy compleja. Está enfrentando niveles muy altos de violencia, lo que hace más vulnerables a los periodistas de ese estado, en especial a los que cubren nota roja», explicó Balbina Flores.

«De ese estado son la mayoría de los periodistas desplazados» a otras regiones del país o el extranjero por haber sido víctimas de atentados y amenazas de muerte», planteó Flores. Para la delegada de RSF en México, «lo más grave es que muchos asesinatos de periodistas siguen impunes«.