El líder narco detenido en Perú fue captado por una cámara de seguridad junto a la adolescente asesinada. El fiscal confirmó el vínculo previo y anticipó más detenciones: ya son al menos 15 los implicados.
El fiscal Adrián Arribas, a cargo de la causa que investiga el triple femicidio en Florencio Varela, confirmó que el ciudadano peruano Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, mantuvo un encuentro previo con Lara Gutiérrez, la menor de las tres víctimas, apenas dos semanas antes de que fuera asesinada junto a Brenda Del Castillo y Morena Verdi, ambas de 20 años.
Según confirmó Arribas este lunes en declaraciones a LN+, la reunión tuvo lugar el 6 de septiembre en un local de comida rápida del barrio porteño de Flores. Una cámara de seguridad captó el momento en que Lara, de 15 años, se encontraba con “Pequeño J” y otras dos personas: un hombre y una mujer. La imagen ya fue incorporada a la causa judicial como prueba del vínculo previo entre el principal acusado y una de las víctimas.
Valverde Victoriano permanece detenido en Perú, donde fue capturado en la ciudad de Pucusana, y espera su extradición a la Argentina, mientras el fiscal argentino lo señala como uno de los autores intelectuales del triple femicidio.
“Esa reunión existió”, afirmó el fiscal Arribas, confirmando lo que ya habían revelado algunos testigos del entorno de la joven. La pista refuerza la hipótesis de que las víctimas fueron engañadas y manipuladas en el marco de un crimen vinculado al narcotráfico y posibles venganzas internas.
Más detenidos, más pruebas, más implicados
En la misma entrevista, el fiscal informó que Matías Agustín Ozorio, el argentino de 28 años arrestado junto a “Pequeño J” en Perú y señalado como su mano derecha, se negó a declarar.
Además, reveló que tras la apertura de los celulares de los nueve detenidos hasta el momento, los investigadores creen que hay entre tres y cuatro personas más involucradas directamente en el hecho. “En las próximas horas habrá más allanamientos”, anticipó Arribas.
Ya hay 15 personas identificadas como presuntamente implicadas en la planificación, ejecución y encubrimiento del crimen, que conmocionó al país.
El crimen
Lara, Brenda y Morena desaparecieron el viernes 19 de septiembre, luego de subir por su propia voluntad a una camioneta blanca en La Tablada, creyendo que iban a una fiesta en Flores. En cambio, fueron llevadas a una casa en Florencio Varela, donde fueron torturadas y asesinadas.
Cinco días después, sus cuerpos aparecieron enterrados en una fosa en el patio trasero de la vivienda.
Desde entonces, la causa avanzó rápidamente con detenciones, allanamientos y la colaboración internacional para capturar a los sospechosos fugados. Mientras tanto, se siguen sumando pruebas que confirman que el crimen fue planificado por una red criminal con ramificaciones narco, en la que algunos implicados eran conocidos de las víctimas.





