Estudiantes, docentes y trabajadores de la salud se movilizan para exigir la restitución del financiamiento universitario y la emergencia pediátrica. El Gobierno intenta contener a legisladores con fondos provinciales, mientras recrudece la crisis política y económica.
La Ciudad de Buenos Aires vive una nueva jornada de efervescencia política y movilización social, con miles de personas marchando hacia el Congreso Nacional para exigir a los diputados que rechacen los vetos del presidente Javier Milei sobre dos leyes clave: el Financiamiento Universitario y la Emergencia Pediátrica, que otorga recursos al Hospital Garrahan.
La manifestación, que fue convocada por estudiantes, docentes, gremios y organizaciones sociales, tiene lugar mientras la Cámara de Diputados ya inició la sesión para tratar la insistencia en ambas leyes. La oposición logró el quórum con 132 presentes, lo que abrió la puerta a un posible revés legislativo para el oficialismo, que necesita un tercio de los votos para mantener los vetos.
Las calles, otra vez protagonistas
La movilización de este miércoles se suma a la Tercera Marcha Federal Universitaria, con réplicas en todo el país. En Córdoba, Rosario, Mendoza, Tucumán y otras provincias, se registran concentraciones similares. Las consignas son claras: defensa de la universidad pública, del acceso igualitario a la educación y del sistema de salud pediátrica.
«Yo soy la primera generación de mi familia en venir a la facultad. Es un orgullo pertenecer a la universidad pública», expresó Hernán, estudiante de la UNC, en diálogo con C5N.
También los trabajadores del Hospital Garrahan se plegaron al reclamo, con un nuevo paro de actividades y una columna que se dirige al Congreso. Denuncian el impacto directo del veto presidencial sobre los recursos del hospital y aseguran que la situación es crítica.
El Gobierno, en la cuerda floja
La presión no es solo social, sino también política. El oficialismo llega debilitado a la votación, tras su reciente derrota electoral en la provincia de Buenos Aires. Además, según denuncias de legisladores de la oposición, la Casa Rosada habría enviado fondos discrecionales a algunas provincias para intentar torcer voluntades y sostener los vetos.
A pesar de esas maniobras, referentes opositores como Miguel Ángel Pichetto anticiparon que el rechazo al veto de la Emergencia Pediátrica está prácticamente asegurado, mientras que la ley de universidades aún tiene final abierto.
“Está más seguro el Garrahan. Vamos a ver si nos acercamos a los dos tercios en universidades”, dijo Pichetto.
Declaraciones explosivas del oficialismo
Lejos de moderar el tono, funcionarios del Gobierno redoblaron la apuesta. El subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, calificó de “terrorismo” las denuncias de desfinanciamiento en las universidades.
“Eso es lisa y llanamente la definición de terrorismo. Sembrar el miedo para generar la sensación de caos”, dijo en declaraciones radiales.
También el diputado José Luis Espert, referente de La Libertad Avanza, declaró que el “Congreso está secuestrado por el kirchnerismo” y acusó a la oposición de intentar “destruir el programa económico” del Gobierno.
La crisis económica no da respiro
La tensión política se combina con una situación económica marcada por la incertidumbre y el deterioro financiero. En una serie de publicaciones en X, el ministro de Economía, Luis Caputo, admitió anoche que el Gobierno no tiene los dólares necesarios para pagar los próximos vencimientos de deuda, y confirmó que el Tesoro no comprará divisas al valor actual.
“Hace meses que estamos trabajando en diferentes alternativas. Solo anunciaremos algo cuando sepamos que está concretado”, dijo Caputo, sin dar detalles concretos.
El Senado, próximo escenario de batalla
Este jueves, la Cámara de Senadores debatirá otro veto de alto voltaje político: el rechazo presidencial a la ley que establece un reparto automático y proporcional de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) entre las provincias. Se espera un nuevo revés para el oficialismo, ya que la ley había sido aprobada con 56 votos afirmativos en su primera instancia.
¿Crisis de gobernabilidad?
La confluencia de protestas masivas, derrotas legislativas, tensiones económicas y declaraciones incendiarias pone al Gobierno de Javier Milei en su momento más frágil desde que asumió el poder.
Con elecciones legislativas clave en octubre y un clima social cada vez más tenso, la administración libertaria enfrenta una encrucijada: recalcular su estrategia o profundizar el conflicto.
