La Confederación General del Trabajo (CGT) quedó prácticamente sin representación en las listas de candidatos para las próximas elecciones legislativas nacionales de octubre. Ninguno de los principales referentes de la central obrera integra las nóminas de Fuerza Patria, la principal coalición opositora al gobierno de Javier Milei.
Aunque varios dirigentes sindicales aparecen en las listas —como Vanesa Siley (Trabajadores Judiciales), Sergio Palazzo (La Bancaria) y Hugo Yasky—, la mayoría no pertenece a la mesa chica de la CGT y mantiene una mayor afinidad con la conducción del Partido Justicialista (PJ) nacional. Destacan por su perfil combativo dentro del movimiento sindical.
En la provincia de Buenos Aires, figura Hugo Moyano hijo en la lista bonaerense, aunque desde el PJ y la CGT aclararon que su inclusión responde a su partido propio y no a la central sindical. En paralelo, se busca que otro de sus hijos, Jerónimo Moyano, asuma la Secretaría de Juventud de la CGT, en medio de la puja interna por el control de la central obrera.
La ausencia de los principales líderes cegetistas en las listas acelera la disputa por la conducción de la CGT, que se renovará en noviembre. Héctor Daer, actual secretario general, ya adelantó que no continuará, y su salida abre un escenario de incertidumbre.
Actualmente, la central se divide entre el sector dialoguista, conocido como “Gordos e Independientes”, que busca mantener el perfil acordista y el formato de triunvirato en la conducción, y el sector liderado por el metalúrgico Abel Furlán, quien impulsa un liderazgo más combativo y un unicato, con apoyo de gremios industriales, del transporte y energía.
La elección de la nueva conducción se anticipa clave en un contexto donde el gobierno de Milei anunció reformas laborales y previsionales, que pueden impactar de lleno en el movimiento sindical. Los sectores internos apuran acuerdos y debates para definir el rumbo de la CGT en los próximos años.
