El mensaje del ladrón que devolvió los motores de sillas de ruedas robados

La víctima es un hombre que se encarga de hacer reparaciones para jugadores de fútbol adaptado. El ladrón pidió disculpas en la nota. “Discúlpeme, que Dios bendiga a su hija y su familia. En la …

La víctima es un hombre que se encarga de hacer reparaciones para jugadores de fútbol adaptado. El ladrón pidió disculpas en la nota.

“Discúlpeme, que Dios bendiga a su hija y su familia. En la calle hay hambre”. Con tinta azul y en una hoja de cuaderno, esa frase estaba escrita en una nota que le dejaron a un hombre al que le devolvieron dos motores de sillas de ruedas que le habían robado. No tenía firma, pero la escribió un ladrón arrepentido.

Juan Carlos tiene su taller ubicado en su casa de barrio Parque Horizonte, al sur de Córdoba Capital. En la madrugada del sábado, delincuentes forzaron el portón y escaparon con una caja llena de herramientas y otros elementos que la víctima usaba para arreglar sillas de ruedas de los integrantes de un equipo de fútbol adaptado.»No se pudieron llevar la silla de ruedas, pero se robaron dos motores de no menos de 50 mil pesos, que habían sido reparados», contó a El Doce TV. Esos motores iban a ser colocados en la silla de ruedas de uno de los jugadores para que pueda jugar el próximo sábado. Además, se llevaron un juego de pedales valuado en unos 15 mil pesos y un programador destinado a definir la velocidad específica de las sillas.

La nota que le dejaron los delincuentes.

Este martes, cerca de las 22, Juan Carlos salía a cerrar el portón y se encontró con un bolso blanco y una hoja con el mensaje de los ladrones pidiéndole perdón. En el interior del bolso, estaban los dos motores robados. «Faltan miles de cosas que nos han llevado. Sinceramente no sé si agradecer la buena reflexión de esta persona. Está recapacitando, se dio cuenta que cometió un error. Siempre en la vida estamos a tiempo de salvar un error», consideró la víctima.

De todas maneras, pidió públicamente si pueden hacerle llegar la otra parte de lo robado que son elementos de suma importancia para su trabajo y para poder seguir colaborando con «Titanes», el equipo del cual su hijo es arquero.

Juan Carlos, la víctima.

«Si me están escuchando les pediría que se comuniquen conmigo, que me llamen sin vergüenza ni miedo. Tienen elementos que no los van a poder vender a nadie, que a nosotros nos son de suma utilidad», les solicitó antes las cámaras de televisión.

Sobre lo escrito en la hoja, Juan Carlos consideró que el hambre no es justificativo para salir a robar.
«Sé que hay mucha gente que pasa hambre. Pero yo todos los días me levanto y trato de ayudar a alguien y arreglarle su silla. Hay miles de personas que en sillas de rueda se levantan a trabajar para juntar su moneda diaria, eso también mata el hambre», concluyó.

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