Una encuesta revela que el caso Spagnuolo afecta incluso a votantes libertarios. ¿Se le cae el piso electoral a La Libertad Avanza?
El escándalo por las presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) golpea directo en el corazón político del gobierno de Javier Milei. Una encuesta nacional de la consultora Management & Fit reveló que el 70% de los argentinos considera que el caso es “grave o muy grave”, y lo más preocupante para la Casa Rosada: más del 10% de los votantes libertarios evalúa cambiar su voto o directamente no votar en las próximas elecciones.
¿Un caso más o el principio del desgaste?
Los audios filtrados del exdirector de la ANDIS, Diego Spagnuolo, donde se menciona un supuesto esquema de coimas, ya llegaron al 95% de la población, según el relevamiento. Y si bien el oficialismo intentó desligarse con argumentos de “operación política”, seis de cada diez argentinos apuntan directamente al gobierno de La Libertad Avanza (LLA) como responsable político del escándalo.
Incluso Karina Milei carga con una porción considerable de la culpa en la percepción pública: uno de cada cuatro consultados la identifica como principal responsable, lo que representa una señal de alarma sobre su figura como operadora central del espacio oficialista.
Se resquebraja el voto duro
El núcleo duro de Milei se ha sostenido por encima del 30% desde la segunda vuelta de 2023. Sin embargo, el escándalo en la ANDIS parece erosionar esa base, especialmente en tres sectores que, hasta hace poco, eran firmes en su apoyo:
- Mujeres: El 20,9% de las votantes libertarias dice que reconsideraría su voto.
- Mayores de 40 años: El 17,7% afirma que podría cambiar su respaldo.
- Sectores socioeconómicos altos: El 18,2% evalúa no votar a LLA.
Esos números coinciden con el perfil del votante que se incorporó al mileísmo tras la alianza con el PRO, y que hoy comienza a expresar una creciente decepción ante el deterioro económico y los casos de corrupción.
¿Desencanto o deserción?
A pesar del escándalo, el 82,6% de los encuestados dice que no cambiará su voto, aunque este dato incluye tanto a quienes ya estaban en contra de Milei como a quienes aún lo respaldan. El problema está en ese 10 a 12% de “voto flotante libertario” que podría abstenerse o migrar a opciones de centro.
La tendencia apunta a que esos votantes no volverán al kirchnerismo, pero sí podrían inclinarse por espacios como Hacemos Coalición Federal, sectores del radicalismo o incluso propuestas emergentes de corte más institucionalista. Ese desvío, en elecciones reñidas, puede ser suficiente para alterar resultados clave, sobre todo en distritos como Buenos Aires o Córdoba.
El costo del silencio
Una de las claves del malestar detectado es la falta de reacción del presidente Javier Milei. Mientras el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, enfrentaba un aluvión de críticas en Diputados, el presidente continuaba su campaña en Lomas de Zamora sin emitir una sola palabra sobre el caso ANDIS.
El 61,3% de los encuestados considera que Milei debe dar explicaciones urgentes, mientras solo el 17,3% —su núcleo más fiel— sostiene que no debe decir nada.
El silencio oficial, sumado a defensas débiles y a la exposición de periodistas cercanos al oficialismo como Alejandro Fantino —quien advirtió sobre una “genética de la deshonestidad” en el círculo íntimo de Milei— acrecienta la percepción de impunidad.
¿Y ahora qué?
La investigación judicial recién comienza. Ya se están abriendo los celulares de los implicados y no se descartan nuevos audios o incluso videos que confirmen la existencia de un entramado sistemático de desvío de fondos públicos.
El caso ANDIS puede marcar el inicio del desgaste estructural del mileísmo. Si la economía no mejora y la agenda política sigue centrada en escándalos, el gobierno enfrentará un escenario delicado para sostener su competitividad electoral en lo que queda de 2025.
En palabras de un consultor citado en el informe:
“Cuando los platillos de la balanza están equilibrados, hasta una pluma puede desbalancear y definir.”





