Susan Monarez fue apartada de su cargo en los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. La medida desató la renuncia de tres altos funcionarios y profundiza las tensiones por la politización de la salud pública en EE.UU. bajo el liderazgo de Robert F. Kennedy Jr.
Un nuevo escándalo golpea al sistema de salud pública de Estados Unidos: el gobierno de Donald Trump destituyó a la directora de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), Susan Monarez, apenas semanas después de que fuera confirmada por el Senado. La decisión, ejecutada por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), provocó una ola de renuncias de alto nivel y renovó las acusaciones de politización y desinformación científica.
La noticia fue anunciada abruptamente en la red social X (ex Twitter) por el HHS, actualmente dirigido por el antivacunas Robert F. Kennedy Jr., quien se limitó a decir que Monarez ya no ocupaba el cargo. El mensaje generó desconcierto, ya que no existía un decreto oficial de destitución, ni tampoco una renuncia formal de la funcionaria.
▪️ Tensión en la cúpula sanitaria
La reacción fue inmediata. Tres figuras clave dentro de los CDC anunciaron su salida, entre ellos:
- Deb Houry, directora médica del organismo
- Dan Jernigan, director del Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas Emergentes y Zoonóticas
- Demetre Daskalakis, director del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias
Según informó CNBC, las dimisiones responden a un profundo malestar por los recortes presupuestarios, la creciente desinformación oficial sobre vacunas y la presión para tomar decisiones con criterios políticos, no científicos.
▪️ Monarez resiste y denuncia persecución política
Pese al anuncio, los abogados de Monarez —Mark Zaid y Abbe Lowell— afirmaron que su clienta no había renunciado ni había sido despedida formalmente, y denunciaron represalias políticas por negarse a firmar directivas “imprudentes y no científicas”.
“Cuando la directora del CDC Susan Monarez se negó a despedir expertos en salud y a validar directrices peligrosas, eligió proteger al público en lugar de seguir una agenda política. Por eso la atacan”, sostuvieron los letrados.
Horas más tarde, la Casa Blanca emitió su versión. El vocero Kush Desai confirmó que la Oficina del Gabinete notificó oficialmente el despido de Monarez, tras considerar que no estaba alineada con la agenda sanitaria del presidente Trump. «Susan Monarez no comparte el enfoque de ‘Hacer a Estados Unidos sano de nuevo'», declaró Desai, en alusión al lema del actual secretario de Salud.
▪️ Un giro drástico en la política sanitaria
La salida forzada de Monarez se enmarca en un cambio radical del enfoque de los CDC, promovido por Kennedy Jr., quien desde su llegada al HHS ha impulsado medidas restrictivas contra las vacunas, ha recortado fondos y ha despedido a los 17 miembros del comité asesor sobre inmunización, lo que generó críticas de expertos y organizaciones sanitarias.
Además, el funcionario prometió publicar en breve una investigación que asociaría ciertos factores —como las vacunas— con el autismo, una teoría largamente desmentida por la comunidad científica internacional. Pese a la falta de evidencia, el secretario sostiene que estas políticas buscan “restaurar la confianza del público”.
▪️ De agencia científica a foco de conflicto político
Los CDC, históricamente reconocidos por su liderazgo global en epidemiología y salud pública, jugaron un rol clave durante la pandemia de COVID-19. La politización de su conducción actual genera inquietud tanto dentro como fuera del país.
Monarez fue la primera directora de los CDC confirmada por el Senado, lo que le otorgaba un grado de independencia política inédito hasta su abrupta destitución. Su nominación había sido promovida por Trump tras el retiro de otro candidato, y recibió respaldo bipartidista por su experiencia en salud pública.
Hoy, su salida anticipa una etapa incierta para la ciencia y la política sanitaria en EE.UU., marcada por tensiones internas, recortes presupuestarios, rechazo a políticas de vacunación y un creciente abandono de estándares científicos en la toma de decisiones.





