El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, confirmó públicamente que Argentina activó un tramo del swap de divisas con Washington, parte de la línea por USD 20.000 millones acordada entre ambos gobiernos. Según el funcionario norteamericano, la operación generó ganancias para Estados Unidos y tuvo como objetivo “estabilizar a un aliado durante las elecciones”.
“El gobierno de Estados Unidos ganó dinero. Le prestamos dinero a un gobierno para estabilizarlo durante una elección, uno de nuestros grandes aliados en Latinoamérica”, dijo Bessent en una entrevista con la cadena MSNBC.
Caputo evitó responder
La declaración del funcionario norteamericano contrastó con el silencio del ministro de Economía argentino, Luis Caputo, quien en una entrevista televisiva el lunes por la noche evitó confirmar la activación del swap.
El ministro justificó su reserva en “acuerdos de confidencialidad” que, según dijo, le impiden brindar detalles del entendimiento con Estados Unidos.
Durante la entrevista, el periodista le consultó sobre los 20.000 millones de dólares “que todavía no tocaron”, ante lo cual Caputo desvió la mirada y cambió de tema. No es la primera vez que el gobierno de Estados Unidos anticipa medidas o operaciones económicas argentinas antes que el propio Ejecutivo nacional: en septiembre pasado, el mismo Bessent había adelantado que Argentina planeaba reinstaurar retenciones a las exportaciones.
“No fue un rescate, fue un negocio”
Consultado sobre el impacto del acuerdo para los contribuyentes estadounidenses, Bessent rechazó que se tratara de un rescate financiero.
“¿Por qué lo llamás rescate? En la mayoría de los rescates no ganás dinero. El gobierno de Estados Unidos ganó dinero. Le prestamos a un gobierno para estabilizarlo”, afirmó el titular del Tesoro.
El funcionario —que responde al presidente Donald Trump— fue más allá y defendió la intervención en el mercado cambiario argentino en términos geopolíticos:
“Prefiero este fortalecimiento económico antes que tener que disparar a botes narco. Estabilizando economías y ganando dinero, es un gran negocio para los estadounidenses”, añadió.
Bessent planteó además que Washington busca reforzar alianzas regionales mediante asistencia financiera y mencionó los procesos electorales en Bolivia, Ecuador, Colombia y Chile como parte de una “oportunidad única para crear aliados en América Latina”.
El acuerdo y su impacto
El swap de monedas es un intercambio temporal de divisas entre bancos centrales o gobiernos, que permite a un país disponer de dólares sin que se computen de inmediato como deuda, aunque posteriormente debe reembolsar el monto utilizado más intereses.
En este caso, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) habría activado alrededor de USD 2.700 millones del total disponible, según estimaciones privadas basadas en el balance semanal del BCRA y los registros del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Parte de esos fondos habría sido usada para pagar al FMI unos USD 850 millones en intereses correspondientes al préstamo de 2018, mientras que otra porción habría apuntado a contener la presión sobre el tipo de cambio en el período preelectoral.
Contexto financiero y reservas
El acuerdo con Estados Unidos se firmó en octubre como parte de una estrategia de refuerzo de reservas internacionales, en momentos en que el BCRA enfrentaba una fuerte caída en sus activos líquidos y dificultades para cumplir metas con el FMI.
Los últimos datos del Central muestran que, pese al ingreso del swap, las reservas netas continúan en niveles críticos y la distancia con la meta acordada con el Fondo se amplió de USD 6.100 millones en septiembre a más de USD 10.000 millones a fines de octubre, según la consultora Eco Go.
Una operación con impacto político
Las revelaciones de Bessent se produjeron apenas un día después de los comicios legislativos argentinos y generaron incomodidad en el gobierno de Javier Milei, que había evitado reconocer públicamente el uso del swap.
Desde el Palacio de Hacienda no hubo declaraciones oficiales tras la entrevista del secretario del Tesoro, mientras que fuentes cercanas al BCRA se limitaron a señalar que “las operaciones con Estados Unidos se encuentran dentro de los marcos habituales de cooperación financiera”.





