El Gobierno de Javier Milei confirmó una profunda reestructuración del sistema de subsidios energéticos que comenzará a regir en enero de 2026 y que implicará fuertes aumentos en las tarifas de luz, gas natural, garrafas y gas propano por redes. La medida llega en un contexto de caída del consumo, salarios rezagados e inflación persistente.
El nuevo esquema elimina los tres niveles de subsidios vigentes (N1, N2 y N3), así como la Tarifa Social de Gas y el Programa Hogar. En su lugar quedarán solo dos categorías de usuarios: hogares subsidiados y hogares sin subsidio, establecidos según ingresos, patrimonio y situación socioeconómica.
Quiénes conservarán subsidios
Según el proyecto oficial, solo recibirán asistencia los hogares con ingresos menores a tres Canastas Básicas Totales, actualmente equivalentes a $3.641.397. Para acceder, además, no podrán tener propiedades adicionales ni embarcaciones.
El beneficio tendrá un tope del 50% y estará sujeto a límites estrictos de consumo:
Electricidad
- En otoño y primavera: hasta 150 kW mensuales.
- En verano e invierno: hasta 300 kW mensuales.
Si el hogar supera esos valores, pagará tarifa plena. Especialistas advierten que estos umbrales son muy bajos para una familia promedio, que podría perder el subsidio de un mes a otro.
Gas natural
- El subsidio solo se otorgará entre abril y septiembre, los meses de mayor demanda.
- Los hogares sin gas por red recibirán un monto a través de Mercado Pago para comprar garrafas o gas envasado, equivalente a menos de media garrafa por mes, un beneficio mucho menor al del Programa Hogar.
Además, el Gobierno definió que todos los subsidios irán reduciéndose gradualmente hasta desaparecer en diciembre de 2026.
Fuerte advertencia del sector energético
Carlos Minucci, secretario general de la Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía (APSEE), alertó que la reforma tendrá un impacto “muy duro” en millones de familias y también en las pequeñas y medianas empresas.
“Esto es un subsidio que el Estado se saca de encima. Casi 10 millones de argentinos van a tener una quita muy fuerte que va a acompañar el aumento de tarifas”, expresó.
El dirigente cuestionó que la medida responde al acuerdo del Gobierno con las distribuidoras y advirtió que los nuevos valores podrían resultar impagables para gran parte de la población.
“Si esto sigue así, va a ser impagable. Vamos a volver al farol de luz que teníamos hace 90 años atrás”, afirmó.
En cuanto al impacto productivo, sostuvo que muchas pymes no podrán afrontar los nuevos costos energéticos en un escenario de recesión y baja actividad industrial:
“El servicio de gas, agua y luz las está destruyendo. Va a ser difícil sostener todo esto. Estamos en los niveles más bajos de consumo por falta de producción”, aseguró.
Un 2026 con más presión sobre los hogares
La reorganización tarifaria se suma a dos años de caída económica, inflación persistente y pérdida del poder adquisitivo. Con la eliminación progresiva de subsidios, el costo de la energía quedará cada vez más alineado con los valores internacionales, lo que anticipa un fuerte ajuste en los gastos esenciales de los hogares durante 2026.





