El conflicto salarial en el transporte público del AMBA volvió a tensarse. Las principales cámaras empresarias del sector comunicaron que no podrán afrontar en tiempo y forma los sueldos de noviembre ni la segunda cuota del aguinaldo. La decisión, tomada en medio de una fuerte crisis financiera y sin interlocución formal con el Gobierno, encendió las alarmas en la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que ya advierte sobre una posible huelga.
Cámaras en alerta: “Es materialmente imposible pagar”
En dos notas remitidas al secretario de Trabajo, Julio Cordero, y al secretario de Transporte, Luis Pierrini, seis entidades que agrupan a las compañías de colectivos del AMBA describieron un escenario “gravísimo”: tarifas atrasadas, subsidios sin actualización y un aumento constante en los costos operativos —combustible, repuestos, seguros y cargas sociales— que volvió insostenible la estructura actual.
Frente a ese cuadro, las patronales resolvieron:
- Sueldos de noviembre: se pagarán en dos tramos, con un plazo de hasta 60 días para cancelarlos completamente.
- Aguinaldo (SAC): se abonará en seis cuotas consecutivas.
Las empresas señalaron que la decisión es “excepcional y transitoria”, pero indispensable para evitar suspensiones y garantizar la continuidad del servicio.
Reclamos acumulados y falta de respuesta del Gobierno
El sector asegura que desde mediados de año viene alertando sobre el deterioro financiero del sistema. En cartas previas enviadas al Ministerio de Transporte detallaron que:
- el valor reconocido por unidad,
- los mecanismos de actualización,
- la tasa sobre capital propio
- y el costo de vigilancia
están atrasados respecto del incremento real de sus gastos. Además, el precio del gasoil y las diferencias en los subsidios terminaron de desbalancear la ecuación económica.
“Ya no tenemos más herramientas técnicas para presentar”, remarcan, y exigen un plan de recomposición.
Por el momento, el Gobierno no convocó a una mesa de negociación y mantiene silencio sobre los pedidos.
La UTA rechaza el esquema y amenaza con una medida de fuerza
La reacción sindical fue inmediata. Desde la UTA calificaron de “inaceptable” el pago en cuotas y remarcaron que la crisis del sector “no puede ser afrontada por los trabajadores”.
El gremio advirtió que si no se garantiza el pago completo y dentro de los plazos legales, avanzará con un paro de colectivos que podría paralizar el transporte en el Área Metropolitana.
Un conflicto que puede escalar
Con las empresas declarando que no tienen recursos, el Gobierno sin intervenir y los trabajadores reclamando certidumbre, el sistema de transporte del AMBA entra en una fase crítica: salarios fragmentados, servicios al límite y la posibilidad real de una medida de fuerza que afectaría a millones de usuarios.





