Buenos Aires.– El exdiputado provincial y dirigente de Izquierda Socialista, Ezequiel Peressini, arribó este miércoles al aeropuerto de Ezeiza tras haber sido detenido por el Estado de Israel junto a cientos de activistas internacionales que integraban la Global Sumud Flotilla, una misión humanitaria que llevaba ayuda a Gaza.
Peressini regresó acompañado por el activista Carlos Bértola y la legisladora del Frente de Izquierda Celeste Fierro, quienes también fueron apresados entre el 1° y el 2 de octubre junto a más de 400 personas de 40 países. En el aeropuerto, los esperaban numerosos referentes del Frente de Izquierda y organizaciones sociales, entre ellos Juan Carlos Giordano, quien también participó de la Flotilla, y Rubén “Pollo” Sobrero, histórico dirigente ferroviario.
“Fue una detención ilegal, pero seguimos más firmes que nunca”
En diálogo con la prensa, Peressini destacó la magnitud del acompañamiento recibido durante los más de 40 días de navegación de la flotilla humanitaria. “Es realmente emocionante el acompañamiento que recibió la Flotilla Global Sumud en más de 40 días de navegación. Así lo vivimos en España, en Túnez, en cada uno de los puertos donde transitamos, incluso con el compañero diputado nacional Juan Carlos Giordano”, expresó.
El dirigente de Izquierda Socialista subrayó el carácter internacionalista de la iniciativa: “La Flotilla Global Sumud es la expresión de la lucha mundial en apoyo al pueblo palestino. Desde Argentina, con Izquierda Socialista y la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores, participamos en una acción consecuente de solidaridad con la causa palestina, por una Palestina única, laica, democrática y no racista”.
Peressini también hizo referencia al contexto internacional de movilización y a la lucha de la clase trabajadora: “Los grandes paros que se preparan en el Estado español son una lección para el conjunto de la clase trabajadora del mundo. Acompañamos la lucha del pueblo palestino por su autodeterminación y para que se retiren inmediatamente las tropas sionistas del territorio histórico de Palestina. Denunciamos el genocidio que ya se cobró más de 70 mil vidas, la mayoría de ellas niños y niñas”.
Asimismo, relató la violencia sufrida durante la detención: “El 1 de octubre, el Estado sionista atacó brutalmente nuestras embarcaciones en aguas internacionales. Nos secuestraron y mantuvieron presos durante seis días en cárceles israelíes, moviéndonos constantemente de celda. Éramos más de 500 personas de 50 países. Nos encarcelaron para intimidarnos, pero no lo lograrán: seguimos más fuertes que nunca”.
Peressini fue enfático al denunciar la postura del gobierno argentino: “Denunciamos también la complicidad del Gobierno de Milei, el arrastrado número uno de Netanyahu, y su alianza con el imperialismo de Donald Trump, que promueven una paz reaccionaria para repartirse el territorio histórico de Palestina”.
Solidaridad internacional y repudio al accionar de Israel
El ataque y la detención de la flotilla humanitaria desataron un repudio mundial y multitudinarias manifestaciones en distintas ciudades. En Italia, una huelga general el 3 de octubre movilizó a casi un millón de personas. En el Estado Español, cientos de miles se manifestaron en más de 40 ciudades para exigir el fin del genocidio y la ruptura total de relaciones con Israel.
También hubo masivas protestas en Ámsterdam y París, donde miles de ciudadanos desafiaron la política represiva del gobierno de Emmanuel Macron contra los activistas propalestinos.
En Argentina, el Comité Argentino en Solidaridad con el Pueblo Palestino convocó el martes a una movilización en Buenos Aires que reunió a diversas organizaciones sociales y políticas.
