El Presidente reconoció que la economía está “complicadísima” y que la confianza en su gobierno cayó, pero culpó al “contexto electoral” y a la oposición. Abrió el paraguas sobre las elecciones de octubre, se victimizó por las protestas en su contra y defendió a su hermana por el escándalo de coimas en discapacidad.
A menos de un mes de las elecciones legislativas, el presidente Javier Milei admitió por primera vez la magnitud de la crisis económica. “Se desaceleró fuertemente la actividad económica”, reconoció, y calificó la situación como “complicadísima”.
Sin embargo, en una entrevista televisiva por A24, el mandatario relativizó el impacto electoral de ese contexto, y trató de minimizar una posible derrota en octubre: “Hay que ver a qué se llama perder. Lo que cuenta es cómo queda la Cámara”, señaló. Luego, con su estilo habitual, volvió al optimismo: “No tengo dudas de que vamos a ganar el 26 de octubre”.
Crisis reconocida, culpas ajenas
Consultado sobre el deterioro del índice de confianza en su gobierno, Milei admitió que cayó y avaló los resultados del Índice Di Tella, que refleja el pesimismo social. Aun así, trató de deslindar responsabilidades y culpó al “contexto electoral” y a la “oposición destructiva”.
“Del otro lado salieron a atacar y empezaron a romper todo”, acusó, y agregó: “Eso hizo subir el riesgo país. Cuando aumenta el riesgo país, se dispara la tasa de interés y se frena la actividad económica”.
A pesar del panorama, Milei intentó reafirmar los supuestos logros de su gestión, con cifras cuestionadas por especialistas y alejadas de la percepción general: dijo que la inflación está bajando, que 12 millones salieron de la pobreza, y que la inseguridad se redujo porque “ya no hay piquetes”.
“¿La situación está dura? Sí, está complicadísima. Hay 31 millones de pobres, es un montón. Pero no se resuelve con un chasquido”, reconoció.
Protestas en Ushuaia: “Quieren instalar que la gente me odia”
Milei también se refirió al fracaso de su acto de campaña en Ushuaia, Tierra del Fuego, donde manifestaciones y escasa convocatoria lo obligaron a suspender una caminata por el centro de la ciudad.
Atribuyó el repudio a una “operación kirchnerista” y denunció un intento por mostrarlo aislado: “Quieren instalar que no puedo bajar a los territorios porque la gente me odia. Pero yo salgo a la calle”, sostuvo, aunque reconoció que “puede haber gente descontenta”.
Escándalo Libra y coimas en discapacidad: defensa cerrada de Karina
El Presidente también abordó el escándalo de la criptomoneda Libra y las acusaciones de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), que involucran directamente a su hermana, Karina Milei, y a otros funcionarios cercanos como Lule Menem y Martín Menem.
Milei defendió con vehemencia a su hermana, quien no ha hablado públicamente al respecto:
“Todo eso es falso. Tengo confianza absoluta en ella”, afirmó.
Utilizó un insólito argumento para rechazar la versión de que Karina cobraba un 3% de retorno por contrataciones con un laboratorio:
“Si vos te podés quedar con el 100 por ciento, ¿por qué te vas a quedar con el 3? No resiste el menor análisis”, dijo.
También se refirió a los audios del abogado Diego Spagnuolo, en los que se describirían maniobras de corrupción:
“No me importa si es o no la voz de Spagnuolo. Lo que dice el audio es falso”, insistió, y calificó las denuncias como “chismes de peluquería”.
La defensa de Espert: “Es una operación más”
Sobre el diputado José Luis Espert, primer candidato en la provincia de Buenos Aires y salpicado por denuncias de vínculos con el narco Fred Machado, Milei repitió su estrategia habitual:
“Es la misma operación que le hicieron en 2019 y en 2021. Son cosas raras, justo ahora en período electoral”, minimizó.
“La violencia es del kirchnerismo”
En un tramo llamativo de la entrevista, Milei intentó justificar la agresividad en redes sociales por parte de sus seguidores. Según su visión:
“Un tuit no es violencia. Si no sabés cómo funcionan las redes, no te metas”.
Definió la violencia como algo exclusivamente físico:
“Violencia es cuando alguien se mete con tu vida o con tu propiedad. Las agresiones físicas las hace el kirchnerismo”.
Balance: crisis reconocida, estrategia en campaña
El tono del Presidente evidenció un cambio de narrativa. Por primera vez, admitió errores, reconoció la crisis económica y aceptó que la confianza en su gestión está deteriorada. Sin embargo, se mantiene en su estrategia de culpar a factores externos y minimizar denuncias internas, incluso ante pruebas o testimonios.
A días de las elecciones, Milei combina defensiva política, victimización y optimismo discursivo. Con el Congreso como meta central, abre el paraguas frente a una posible derrota y pone el foco en mantener peso legislativo para sostener su agenda.
