El Equipo Argentino de Antropología Forense comenzó a trabajar en el predio y ya recuperó huesos que serán analizados. El hallazgo reaviva la esperanza de los familiares de detenidos-desaparecidos tras décadas de lucha.
La justicia federal de Córdoba confirmó este viernes un hallazgo que podría tener una trascendencia histórica y humana incalculable: fueron encontrados restos óseos humanos en el predio donde funcionó el centro clandestino de detención La Perla, uno de los principales engranajes del aparato represivo de la dictadura en Argentina.
El hallazgo fue comunicado por el juez federal Hugo Vaca Narvaja en una conferencia de prensa realizada en la ciudad de Córdoba. Los huesos, recuperados en la primera semana de trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), serán ahora analizados para intentar obtener perfiles genéticos y determinar si pertenecen a víctimas del terrorismo de Estado.
“Cuando uno encuentra los restos y los identifica, esa persona deja de ser un desaparecido. La necesidad de dar por terminado ese estado de incertidumbre es lo que hay que resaltar”, sostuvo el juez Vaca Narvaja.
Un hallazgo esperado durante décadas
El descubrimiento se produjo en la quinta jornada de excavación, en el marco de una etapa de trabajo que se extenderá hasta noviembre y que abarca diez hectáreas del predio. El sitio completo tiene una superficie de 14.000 hectáreas, lo que durante años dificultó la búsqueda. Sin embargo, una reciente imagen aérea de julio de 1979, que mostró movimientos sospechosos de tierra, permitió acotar la zona de rastrillaje.
Las peritas del EAAF explicaron que los restos óseos hallados están dispersos y en un terreno alterado, lo que es compatible con enterramientos clandestinos. Aunque todavía no se puede confirmar si se trata de fosas comunes, el equipo considera que las características del contexto refuerzan esa hipótesis.
“Estamos en el lugar correcto”, señaló con cautela optimista el secretario del juzgado, Miguel Ceballos.
La Perla: símbolo del horror
Ubicada sobre la Ruta 20, entre Córdoba Capital y Villa Carlos Paz, La Perla funcionó desde el 24 de marzo de 1976 hasta fines de 1978 bajo control del Tercer Cuerpo de Ejército, encabezado por Luciano Benjamín Menéndez. Según el Archivo Provincial de la Memoria, por allí pasaron entre 2.000 y 2.500 personas, la mayoría de las cuales aún hoy permanecen desaparecidas.
La justicia estableció que muchos detenidos eran asesinados bajo tortura, y otros eran sacados del centro para ser ejecutados extrajudicialmente. A ese procedimiento, los represores lo denominaban eufemísticamente “traslado”. Testimonios indican que un camión entraba y salía del predio, lo que hizo suponer que los fusilamientos ocurrían dentro del mismo predio militar.
Memoria, justicia y verdad
Los familiares de las víctimas vienen promoviendo desde hace años una nueva etapa de excavaciones, con el respaldo del EAAF, organismo que ha sido clave en la recuperación de identidad y restos de desaparecidos en Argentina y el mundo.
“La desaparición forzada es un delito continuado que solo termina cuando aparece el cuerpo”, explicó el abogado Ramiro Fresneda, representante de más de 20 querellantes.
Entre ellos está Sara “Coca” Luján, de 99 años, quien busca a su hijo Raúl Mateo Molina, secuestrado y asesinado en La Perla el mismo día de su detención. También figura la sobreviviente Graciela Geuna, esposa de un desaparecido, quien suele repetir:
“No se puede construir una democracia sobre cuerpos insepultos”.
Un llamado a la colaboración
El fiscal Facundo Trotta pidió colaboración ciudadana:
“Quienes tengan información que pueda contribuir a esta búsqueda histórica, pueden y deben aportarla”.
Este nuevo capítulo en el camino de la memoria y la justicia reactiva el compromiso por esclarecer el destino de los desaparecidos, identificar sus restos y otorgarles, finalmente, un lugar de dignidad e historia.





