Violencia y escándalos marcaron la visita de Javier Milei a Lomas de Zamora en plena campaña

La campaña electoral del presidente Javier Milei vivió este jueves uno de sus momentos más tensos en Lomas de Zamora. En medio del creciente escándalo por las denuncias que involucran al extitular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), Diego Spagnuolo, el mandatario intentó realizar una caravana por el centro del municipio bonaerense, pero la actividad terminó abruptamente entre piedrazos, insultos y empujones. La comitiva presidencial se retiró del lugar a toda velocidad, y algunos dirigentes —como José Luis Espert— incluso abandonaron la escena en moto.

La movilización se vio rápidamente interrumpida cuando un grupo de manifestantes comenzó a arrojar objetos contra la camioneta en la que se trasladaban Milei, su hermana Karina y otros funcionarios. Si bien el Gobierno atribuyó los disturbios a militantes kirchneristas, vecinos y participantes de la protesta negaron que hubiera una organización política detrás y denunciaron haber recibido insultos desde el propio vehículo oficial.

Entre los presentes hubo una nutrida participación de familias y personas con discapacidad, que reclamaban por la falta de insumos, medicamentos y atención, en el marco de la crisis de gestión que atraviesa la ANDIS. “Le están robando a los más necesitados”, declaró María, madre de un niño con discapacidad. “El Presidente dijo que le iba a meter un corchazo al que robara, pero ahora avala lo que hizo su hermana”, agregó visiblemente afectada.

En medio del caos, Milei rompió el silencio sobre el escándalo de corrupción y declaró desde la camioneta: “Todo lo que dice Spagnuolo es mentira. Lo vamos a llevar a la justicia y vamos a probar que mintió”.

La reacción del oficialismo no se hizo esperar. Desde La Libertad Avanza difundieron un comunicado en el que calificaron el acto como “una caravana masiva en el corazón del conurbano” y responsabilizaron a “militantes identificados con el kirchnerismo” por las agresiones. Manuel Adorni, vocero presidencial, calificó el episodio como “un modelo de violencia cavernícola” y llegó a insinuar un intento de magnicidio.

Sin embargo, testimonios como el de Raquel, madre de una niña con discapacidad, ofrecieron una versión distinta. “Desde arriba del vehículo nos gritaban ‘negros de mierda’. A mi mamá le gritaron eso solo por su color de piel”, denunció, y aclaró que su presencia en la protesta no respondía a ninguna convocatoria partidaria: “No nos mandó nadie”.

El intendente de Lomas de Zamora, Federico Otermín, emitió un comunicado previo al evento en el que pidió paz y respeto democrático. Más tarde, repudió la violencia “de manera enfática” y aclaró que la protesta pacífica de personas con discapacidad y jubilados —previamente anunciada— se encontraba en otro punto de la ciudad. “La caravana presidencial nunca llegó a la plaza donde estaban”, explicó.

A pesar del revés sufrido en la actividad, el presidente Milei compartió luego una foto desde Olivos junto a su hermana y Espert, acompañada del mensaje: “Los kukas tira piedras carentes de ideas recurrieron otra vez a la violencia”.

Con este episodio, la campaña libertaria suma otro foco de tensión en medio del creciente descontento social y el avance de investigaciones por presuntas irregularidades dentro de su propio gobierno.

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