Tras la masacre en Río, el presidente brasileño anunció la creación de una Oficina de Emergencia conjunta con el gobierno regional
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió este miércoles enfrentar al crimen organizado mediante una acción coordinada “que no ponga en riesgo a policías ni civiles”, luego de la megaoperación policial más mortal de la historia del país, que dejó al menos 121 fallecidos en el estado de Río de Janeiro.
Al mismo tiempo, el mandatario anunció la creación de la Oficina de Emergencia de Enfrentamiento al Crimen Organizado, una entidad conjunta entre el Gobierno nacional y la administración regional de Río de Janeiro, destinada a coordinar medidas urgentes ante la actual crisis de seguridad.
🔹 “No podemos aceptar que el crimen siga destruyendo familias”
En un mensaje publicado en su cuenta de X (ex Twitter), Lula afirmó:
“No podemos aceptar que el crimen organizado continúe destruyendo familias, oprimiendo vecinos y esparciendo drogas y violencia por las ciudades. Necesitamos un trabajo coordinado que ataque la raíz del narcotráfico sin poner en riesgo a policías inocentes, niños y familias”.
El mandatario agregó que se reunió con sus ministros y ordenó al titular de Justicia, Ricardo Lewandowski, y al director de la Policía Federal viajar a Río para reunirse con el gobernador Cláudio Castro.
Asimismo, destacó que la Enmienda de Seguridad, actualmente en debate en el Congreso Nacional, garantizará la actuación conjunta de las diferentes fuerzas policiales “para enfrentar a las facciones criminales de manera más eficaz”.
🔹 Creación de la Oficina de Emergencia
La nueva Oficina de Emergencia de Enfrentamiento al Crimen Organizado fue anunciada tras una reunión entre Lewandowski y Castro. Según el ministro, la entidad no tendrá carácter permanente, sino que funcionará como un foro operativo para coordinar la acción rápida y conjunta de las fuerzas nacionales y regionales.
“Decidimos adoptar medidas de emergencia, como la creación de esta oficina, para enfrentar la actual crisis de seguridad. Será un espacio de articulación y respuesta inmediata”, explicó Lewandowski.
El funcionario también confirmó que el Gobierno federal ofrecerá cupos en prisiones de máxima seguridad para trasladar allí a los principales líderes del Comando Vermelho, la organización criminal más poderosa de Río de Janeiro.
🔹 El trasfondo de la crisis
La polémica operación policial, realizada el martes, tenía como objetivo capturar a los jefes del Comando Vermelho, pero derivó en una de las masacres más sangrientas de la historia reciente de Brasil.
La gobernación de Río confirmó 121 muertos —cuatro policías y 117 presuntos miembros de la organización—, mientras que la Defensoría Pública, basándose en datos de los institutos forenses, elevó la cifra a 132 víctimas.
Lula ordenó el envío de equipos forenses, médicos y técnicos del Gobierno federal para colaborar en la identificación de los cuerpos y en la asistencia a las familias afectadas.
🔹 Un llamado al trabajo conjunto
Desde el Palacio del Planalto, el presidente subrayó que la lucha contra el narcotráfico requiere coordinación institucional y responsabilidad:
“El Estado brasileño debe actuar con firmeza, pero también con humanidad. No se combate el crimen repitiendo su violencia”, afirmó Lula.
